Radomir Antic

Ayer cumplimos un años sin Radomir Antic, un caballero de los banquillos españoles en las décadas de los 80, 90 y 2000, que tuvo el privilegio de entrenar a Real Madrid, Atlético de Madrid y Barcelona, siendo la única persona capaz de dirigir a los tres equipos más laureados del fútbol español. Además también lo hizo en el real Zaragoza, el Real Oviedo y el Celta de Vigo, y la verdad, después de verlo siempre en los banquillos o escuchar su inconfundible voz en los medios de colaboración, cuesta todavía hablar de Radomir Antic en pasado. 

El serbio fue en los años 70 un poderoso defensa que destacó en el Partizán de Belgrado y el Fenerbahce antes de que lo fichara el Real Zaragoza, donde jugó entre 1978 y 1980. Se marchó a Inglaterra para jugar en el Luton Town, y allí colgó las botas en 1984. 
En seguida pasó del terreno de juego al banquillo, para entrenar al Partizán de Belgrado y fue el Zaragoza quién le dio la oportunidad de ser entrenador de la Liga a finales de los años 80.
Su buen papel dirigiendo al conjunto maño le valió para que lo fichara Ramón Mendoza para el Real Madrid sustituyendo a Di Stefano. En la temporada siguiente (1991-92), fue destituido al terminar la primera vuelta por el mal juego del equipo, pese a que el Real Madrid era líder del campeonato de Liga, cosas del fútbol.
Después de una buena época en Oviedo, pasó al Atlético de Madrid y conquistó el doblete histórico del 96. 
Ha entrenado también al Fc Barcelona en el año 2003, al que cogió a tres puntos del descenso y lo clasificó para la UEFA. También entrenó al Celta, a la selección Serbia y su última aventura terminó en China en 2015.

Un estratega de la pizarra y un maestro de los banquillos, siempre recordado por el doblete rojiblanco, pero también por su presión alta, por sacarse de la chistera a un desconocido Milinko Pantic, por hacer de Fernando Hierro todo un hombre gol o por intentar recuperar a Stan Collymore. El fútbol español no olvida a este hombre genial.