En el mercado de invierno de 1996, Lendoiro sorprendió a todos trayendo al desconocido Renaldo, que en rueda de prensa dejó esta frase para la historia: “Soy una mezcla entre Ronaldo y Rivaldo, pero me puedo comparar con Ronaldo. Tengo la misma velocidad, el mismo dribbling y la misma llegada. Ya lo he demostrado en Brasil”.
La fanfarronada que se marcó en su presentación fue épica e hizo que todos los focos apuntaran a este futbolista brasileño aquel 4 de enero de 1997. Tal día, el Deportivo de Toshack recibía en Riazor al Barça de Bobby Robson, que en sus filas tenía al crack del momento, Ronaldo Nazario. 17 partidos llevaban los blanquiazules sin perder, y Toshack no quería hacer cambios, pero una inoportuna lesión del delantero Madar trastocó sus planes y tuvo que hacer debutar al brasileño Renaldo que acababa de llegar procedente del Atlético Mineiro y prácticamente no había entrenado. El esperado debut de Renaldo se produjo finalmente, aunque no estuvo afortunado, ganó el Barça 0-1 con gol de Pizzi y el autoproclamado crack no rascó bola, siendo sustituido por Manjarín. Quizás las expectativas fueron muy altas desde el principio, y el rendimiento de Renaldo hoy en día se recuerda como uno de los peores fichajes del mercado de invierno en toda la historia de la Liga. 5 goles en 27 partidos anotó quién aseguró ser igual que Ronaldo pero con una E.
Pero la verdad es que el delantero no lo tuvo fácil desde su llegada a La Coruña. Le costó despuntar, pero a sus 26 años sorprendió en el Atlético Mineiro donde sus goles le llevaron a ser máximo goleador de Brasil e internacional con la canarinha. Lendoiro, que solía pescar en Brasil en aquella época, no dudó en invertir más de 300 millones de pesetas en el nuevo Bebeto, pero todo fueron problemas para el futbolista nada más pisar suelo gallego.
Llegó con su hijo gravemente enfermo en Brasil, en febrero falleció su madre, y quince días después un derrame cerebral dejó a su padre en coma, falleciendo también poco después. Sus primeros tres meses en la Liga fueron un calvario emocional para él, y así fue imposible aclimatarse a un campeonato tan duro como la Liga de mitad de los 90.
Tras la desafortunada temporada en el Deportivo, volvió a Brasil para jugar en Corinthians y al año retornó a España. Jugó en Las Palmas, Lleida y Extremadura, e inició una larga carrera en equipos modestos de Brasil (también tuvo una aventura en Corea del Sur) cambiando de equipo cada año hasta que en 2012 dijo basta con nada más y nada menos que 42 años.
El 4 de enero de 1997 debutó Renaldo con el Deportivo, y desgraciadamente comenzó su infortunio.

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