El Monasterio de Obarra fue un importante cenobio en el histórico condado de la Ribagorza (Huesca). A orillas del fiero río Isábena, los monjes canalizaron el río para construir un molino y una fértil huerta. Hoy es un edificio restaurado para alojamiento de campamentos juveniles y un coqueto campito de fútbol encajonado entre el río, y los farallones del desfiladero de La Croqueta como atentos espectadores.

Nos lo cuenta Jaime, que nos envía estas fotazas.