El 11 de octubre de 1937 nació una leyenda del fútbol, líder del Manchester United durante tres décadas: 50, 60 y 70, y de la selección inglesa. Superviviente del accidente aéreo que sufrió la plantilla del United. Integrante de la Santísima Trinidad junto a George Best y Denis Law. Campeón del mundo y balón de Oro en 1966. Inconfundible con su estilo y su look, precursor de la greña cortinilla. Él fue quien definió Old Trafford como el Teatro de los Sueños.
Cuántas letras se podrían escribir sobre el gran Bobby Charlton, que mamó fútbol desde su nacimiento al crecer en una familia repleta de futbolistas. Siguiendo los pasos de sus tíos y su hermano Jack, Bobby Charlton también cogió el gusto por el balón y, con apenas 17 años ya apareció en el primer equipo del Manchester United. Con su técnica, su sacrificio y una excelente visión de juego, no tardó en consolidarse con los Red Devils y en ser considerado una de las mayores promesas del fútbol mundial.
El 6 de febrero de 1958, después de que el Manchester United disputara un partido europeo en Belgrado, el avión que transportaba a la plantilla sufrió un accidente en Munich, falleciendo 8 miembros del equipo.
“Mi carrera es milagrosa porque cuando ocurrió el accidente de Múnich fui lanzado fuera del avión. Me pasó poca cosa. Una pequeña contusión, unos pocos arañazos y eso fue todo. Cuando ves todos los chicos que murieron allí… eso es tener suerte.”
A partir de ese trágico momento, Bobby se convirtió en el líder del vestuario, capitaneó al equipo en la final de la FA Cup al final de la temporada y acudió al mundial de Suecia que se celebró ese miso año. Acudiría a tres mundiales más, saliendo campeón en 1966 (el único que ha ganado Inglaterra), año en el que lograría también el Balón de Oro. En 1968, además, lograría la primera Copa de Europa para el Manchester United, club en que hasta hace nada tenía el honor de ser el máximo goleador histórico y el futbolista con más apariciones. Se retiraría en 1975, después de más de 20 temporadas a un nivel extraordinario y ganándose el respeto de todo el mundo del fútbol.
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