El Real Madrid busca su primera victoria en esta edición de Champions League y recibe a un clásico del fútbol europeo, el Inter de Milan, en lo que se prevé un duelo con mucha tensión. No pueden fallar los blancos que necesitan la victoria urgentemente para no complicarse más el pase a la siguiente ronda. De los Real Madrid-Inter siempre recordamos la remontada blanca en los 80 y aquella frase del gran Juanito “90 minuti en el Bernabéu son molto longos”, hoy sin embargo se juega en el Alfredo Di Stefano (cosas del fútbol en pandemia) y preferimos recordar a alguna leyenda que haya tenido el honor de vestir las camisetas de Inter y Real Madrid. Encontramos a varios jugadores, Ronaldo, Figo, Solari, Seedorf, Samuel… y un futbolista brasileño al que muchos no recuerdan de neroazzurro y que la rompió de blanco, el lateral izquierdo Roberto Carlos.
Formado en Uniao Sao Joao, con apenas 14 años ya estaba en el primer equipo. Eso llamó la atención del Atlético Mineiro que lo incorporó para una gira europea. De esta manera, en agosto de 1992, Roberto Carlos disputaba su primer partido en suelo europeo, en Lleida, durante el trofeo Ciutat de Lleida. A los pocos días jugaría también frente al extinto C.D. Logroñés y el Athletic Club. En seguida atrajo la atención del Palmeiras que lo contrató en 1993 y allí jugó en un equipo de lujo dirigido por Wanderlei Luxemburgo y donde coincidió con futbolistas de la talla de Flavio Conceiçao, Rivaldo o Mazinho. Con una velocidad y una potencia descomunal, Roberto Carlos sobresalía por su despliegue en banda izquierda y por su impresionante golpeo de balón. En agosto de 1995, siendo ya internacional absoluto con Brasil, el Inter de Italia se hizo con sus servicios. Pero el Inter en los 90 realizó gestiones sorprendentes, y al año de llegar a Milan, el club lo “malvendió” al Real Madrid que estaba formando un equipazo bajo la tutela de Fabio Cappello.
Once temporadas vistió de blanco y en seguida se apoderó del carril izquierdo, convirtiéndose sin lugar a dudas en uno de los mejores laterales de la historia. Tenía mucho gol gracias a su potente disparo y era toda una amenaza en las jugadas a balón parado o subiendo velozmente por la banda para buscar un buen “centrochut”. En el Real Madrid además de títulos dejó zapatazos para el recuerdo, como aquel chicharro descomunal que anotó en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife.
Su espectacular gol con la selección a Francia en la Copa Confederaciones de 1997 pasó también a la historia del fútbol.
4 Ligas, 3 Copas de Europa, 2 Copas de América, 2 mundiales de clubes y la Copa del Mundo de 2002 fueron los mayores logros de un futbolista con un palmarés envidiable que también sufrió lamentables ataques racistas en algunos momentos de su carrera. En 2007 terminó su ciclo en el Real Madrid y fichó por el Fenerbahçe turco. Después volvió a Brasil para jugar en Corinthians, retirándose finalmente en el Anzhi ruso en 2012, donde comenzó su carrera como entrenador.
Quien tuviera un Roberto Carlos en el partido de hoy, vaya espectáculo de futbolista.
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