Nos acordamos de un futbolista de esos que levantaban al público de sus asientos con sus detalles técnicos, el talentoso Roberto López Ufarte.

Nacido en Fez (Marruecos) e hijo de un catalán y una andaluza, llegó a Irún a los ocho años y allí, en las calles, descubrió el amor por el balón. Con 16 años ya debutó en el primer equipo del Real Unión y en 1975 fichó por la Real Sociedad. Era un futbolista de enorme calidad, mucha técnica y control de la pelota… un seguidor de nuestra cuenta lo describió en un comentario como “una especie de David Silva actual pero más duro y más currante”. Para que los modernos se hagan una idea.

Formó parte de la Real Sociedad campeona en los 80, siendo el último de la lista que recitaban de memoria los seguidores txuri-urdines cuando de carrerilla mencionaban la mítica alineación de campeones. En 1987, llegó al Atlético de Madrid, por deseo de Menotti que veía en él al futbolista con clase para su proyecto rojiblanco. Además, fue admirado también por Diego Armando Maradona. Se convirtió en uno de los primeros fichajes de Jesús Gil cuando este llegó al Atlético de Madrid dispuesto a hacer historia.

Pero, nada salió bien en el proyecto de Gil-Menotti, y un año más tarde, López Ufarte fichó por el Real Betis, donde se retiraría finalmente. Un “pequeño diablo” por el que bien valía pagar una entrada.