Roberto Mancini

Hoy cumple otro añito la Sampdoria, club que se fundó el 12 de agosto de 1946 por la fusión del Ginnastica Sampierdarenese y el Andrea Doria. Un club relativamente moderno, si tenemos en cuenta que precisamente en Génova se encuentra el decano del fútbol italiano, el Genoa Cricket and Football Club. Pero a pesar de fundarse bien entrada la década de los 40, la Sampdoria muy pronto se hizo un lugar en el fútbol italiano, con esa maravillosa combinación de colores que luce en su equipación y que es fruto de la fusión de sus ancestros. En 1970, por ejemplo, un balón de Oro como Luis Suárez ya se vistió de Blucerchiati, y jugó allí tres temporadas antes de colgar las botas. Pero el futbolista que más veces se ha puesto la camiseta de la Samp es Roberto Mancini, que también tiene el récord de ser el máximo goleador histórico del club.


Roberto Mancini era un artista del balón, un delantero técnico y letal, que debutó con el Bolonia en la 81-82 y que un año después se enroló en la Sampdoria, donde marcó una época y se convirtió en leyenda bluecerchiati. Era un delantero inteligente, fino y rápido y destacaba por su habilidad para crear espacios, su primer toque, su determinación y su remate. (Si no te lo crees mira el gol que le casca al Atalanta con una de las mejores voleas que has visto en tu vida)

Pasó 15 maravillosas temporadas en la Sampdoria, siendo un gran admirador del presidente Mantovani, del entrenador Boskov y asociándose a la perfección con otro monstruo del gol, Gianluca Vialli. Juntos pasaron los mejores años de la historia del club genovés y ganaron un scudetto, cuatro copas de Italia, una Supercopa de liga (con un go suyo) y una Recopa de Europa. Títulos a los que se hubiera podido añadir una Copa de Europa si no hubiera sido por aquel trallazo de Ronald Koeman en la prórroga de la final del 92.

Muchos se fueron después de aquella final que supuso un cambio de ciclo, él no, ya que Mantovani le otorgó el liderazgo para formar otra Sampdoria grandiosa. Pero Mantovani falleció en 1993, y la Sampdoria echaría en falta durante años al presidente que le había llevado a lo más alto.
Roberto Mancini se quedó hasta 1996, cuando decidió fichar por la Lazio, conquistando dos Copas y un Scudetto en las cinco temporadas que jugó en el club romano. 
Se retiró en Inglaterra, ya mayor y con poco protagonismo en el Leicester City.

Tras su retirada ha entrenado a varios clubes. Empezó como ayudante de Sven-Goran Eriksson y después ha pasado por Fiorentina, Lazio, Inter de Milan (en dos etapas), Manchester City, Galatasaray y Zenit, ganando títulos en todos los equipos que ha entrenado. Actualmente es seleccionador italiano, y tiene la difícil papeleta de volver a ilusionar al país después de la debacle del mundial de Rusia, al que no consiguió clasificarse. Tiene un hijo futbolista, al que se le vio un tiempo por Pucela.

Felicidades Sampdoria, hacen falta más “Mancinis”.