Estamos ya en la última quincena de agosto, queda por decidirse un puesto en la final de la Champions y ahí está todavía el sorprendente Olympique Lyonnais de Rudy García. Su equipo viene de derrotar a la Juventus de los nueve scudettos seguidos y al multimillonario proyecto del Manchester City dirigido por Pep Guardiola. En semifinales se las tendrá que ver con el Bayern de Munich, que pasó como un rodillo ante Chelsea y Barcelona. ¿Logrará la sorpresa el club francés? El Qatar Saint-Germain ya espera en la final después de ganar a la franquicia Red Bull, en una semifinal que fue un hachazo para los amantes del fútbol romántico.
El OL comenzaba la temporada con la esperanza de competir la Ligue 1 al PSG, pero el proyecto de Sylvinho pronto se fue al garete, y en octubre llegó Rudi García al banquillo para sacar al equipo adelante. Hoy el club jugará una histórica semifinal de Champions, y Rudi su segunda final europea en dos años.
Rudi Garcia es nieto e hijo de españoles, originarios de Garrucha, un pequeño pueblo de Almería, que emigraron a Francia a consecuencia de la Guerra Civil. Su padre fue futbolista y un apasionado del ciclismo, y de este modo le puso a su hijo Rudi de nombre, en honor al ciclista alemán Rudi Altig. Y Rudi Garcia heredó la pasión por el balón, fue futbolista y jugó profesionalmente en el Lile, en el Caen y en el Martigues, lo que no le privó de sacarse una carrera de ciencias.
En 2001 se sentó en el banquillo del Saint-Étienne como entrenador, y después de entrenar al Dijon y al Le Mans, hizo historia en el Lille con el que consiguió en 2011 el doblete de Liga y Copa de Francia. Dirigió después a la Roma, y desde fue el técnico que llevó al Olympique de Marsella a la final de la Europa League contra el Atlético de Madrid.
Un entrenador que está de moda, y que hoy la puede liar muy gorda si su equipo es capaz de vencer también al gigante bávaro.

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