El 27 de noviembre del 2001, el Bayern de Munich se proclamó campeón intercontinental al vencer a Boca Juniors con un gol del ghanés Samuel Kuffour. El defensa, al que siempre relacionamos con la derrota contra el Manchester United en la final de Champions del 99, hizo campeón del mundo a los alemanes de certero testarazo.
Natural de Kumasi (Ghana), Samuel Kuffour se vio obligado a trabajar siendo todavía un niño debido a los pocos recursos de su familia. Sus trabajillos los compaginaba con su pasión por el fútbol jugando en equipos de su barrio hasta que con 15 años el Torino lo incorporó a sus categorías inferiores. Pero, en Italia no le vieron con cualidades para llegar a lo más alto y con 17 años fichó por el Bayern de Munich donde si llegaría a jugar con el primer equipo.
En 1994, cuando Samuel Kuffour tenía 18 años, hizo historia al convertirse en el defensa más joven en marcar en Champions League. Kuffour destacaba por su fortaleza, agilidad, y por su dominio del juego aéreo, y poco a poco se convirtió en titular en el Bayern de Munich. Allí jugó durante toda una década, y en la memoria de todos está su frustración tras el gol de Solskjaer y la imagen del árbitro Collina intentando consolarlo. Pero el fútbol le guardó sus momentos de gloria al central africano. En 2001 logró la orejona al vencer al Valencia y aquel año se convirtió en protagonista al dar la Intercontinental a su equipo con su cabezazo ya en la prórroga. Fue elegido jugador del partido por su gol de la victoria. En 2005 fichó por la Roma, pero no triunfó, saliendo cedido a Livorno y Ajax de Amsterdam. Finalmente volvió a su país para retirarse en el Asante Kotoko. Allí, en Ghana, es un ídolo, fue capitán de la selección con la que jugó 59 partidos internacionales y fue pieza clave en 1991 cuando ganó el Mundial sub-17 ante España.
Profundamente cristiano, rezaba antes de cada partido, y asegura que su fe le ha ayudado a doblegar los obstáculos que muchas veces se cruzaron en su vida.
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