Alto voltaje cada vez que hay un Juventus-Roma, todo un clásico italiano siempre atractivo, desde el gol de Turone, antes de los tiempos Platini-Boniek pasando por la época Del Piero-Totti hasta nuestros días de tecnofútbol contemporáneo, enemistad histórica. Algunos han tenido la suerte de vivir el duelo desde ambos bandos, como un alemán de 166 centímetros, el “ratoncito” Thomas Hässler.
Muchos recordaréis a Hässler formando parte de la gran selección alemana de los 90 que ganó el mundial de 1990, la Eurocopa del 96 y que fue subcampeona de Europa en el 92. Especialista en el lanzamiento de faltas y en mandar balones a las cabezas de Klinsmann y Völler, este pequeño gran futbolista jugó en el Colonia, Juventus, Roma, Karlsruher, Borussia Dortmund, Munich 1860 y SV Salzburgo, pero curiosamente nunca ganó un título a nivel de clubs.
Futbolista simpático, amante del heavy metal y amigo del cantante de Rainbow, fundó una discográfica en Munich llamada MTM Music, especializada en rock melódico. Y tras colgar las botas ya con 38 años, se dedicó a relacionarse en el mundo del Rock duro. Tuvo tiempo también de trabajar como asistente de Berti Vogts con la selección de Nigeria. Un figura del fútbol noventero, heavy por siempre.
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