Miguel Pérez Duque
Davor Suker y Pedja Mijatovic fueron dos de los mejores delanteros de la Primera División, por ende de Europa y por consiguiente del Mundo, durante la década de los ’90.
Con un año de diferencia (Davor es de enero del ’68 y Pedja del mismo mes del ’69), juntos fueron Campeones del Mundo Sub-20 en 1987, jugando para la antigua Yugoslavia. El croata llegó a España en 1991, y durante las 5 temporadas que jugó en el Sevilla FC, hizo 90 goles en 177 partidos (0’50 de media goleadora). El montenegrino lo hizo en 1993, y en sus 3 campañas en el Valencia CF, consiguió 68 tantos en 128 encuentros (0’53 goles por partido).
En 1996, ambos ficharon por el Real Madrid C.F. En su primera temporada en Chamartín, a las órdenes de Fabio Capello, conquistaron LaLiga. Suker aportó 24 goles (para un total de 29 en la temporada), mientras que Mijatovic hizo 14 (15 entre todas las competiciones).
En la segunda temporada que jugaron de locales en el Estadio Santiago Bernabéu, entrenados por Jupp Heynckes, conquistaron la UEFA Champions League. Davor hizo 4 goles en el torneo (15 en toda la campaña) y Pedja 1 (12 en el global del ejercicio).
Y en la tercera y última temporada en la que compartieron vestuario, dirigidos por Guss Hiddink, lograron la Copa Intercontinental. En esta competición, ninguno de los dos marcó. Fue el peor año de ambos con la camiseta blanca; el ‘9’ sumó 5 goles y el ‘8’ metió 9.
Ambos fueron de más a menos en su estadía en ‘la casa blanca’, y sus respectivas trayectorias en Concha Espina se cerraron con los siguientes números:
– Davor Suker metió 49 goles en 106 partidos (cerca del gol cada dos partidos, 0’46 de media).
– Pedja Mijatovic, 36 en 118 (no llegó al tanto cada tres encuentros, 0’30 de media).
Así que Suker consiguió 13 goles más en 12 partidos menos. Cuantitativa y porcentualmente, Suker lo hizo mejor, metió más goles y tuvo una media goleadora superior.
Sin embargo, existe la sensación generalizada de que Mijatovic está por encima en el imaginario madridista. Esto tiene una explicación muy simple, y es que el montenegrino metió el gol decisivo para el título más deseado de la historia del Madrid: la séptima Copa De Europa, ganada en Ámsterdam ante la Juventus por 1-0, tras 32 años de sequía en el torneo continental.
Pero “explicación” no es sinónimo de justificación, y más allá de los datos globales o de que el croata hiciera 10 goles más que el montenegrino para levantar el Campeonato Nacional la temporada anterior, resulta que por mucho que Pedja marcara el gol de la final (su único tanto en el camino a la conquista europea), incluso en ese trofeo tuvo mayor incidencia Davor, con sus 4 tantos.
Contra estos fríos números, se podría argumentar aquello de que Suker era un delantero centro de área mientras que Mijatovic era un segundo punta que se movía con libertad. Pero contra esa afirmación -que no deja de ser cierta- también se puede contraargumentar que en su última temporada antes de llegar al Madrid, Suker hizo 21 goles, mientras que Mijatovic hizo 34. Además, la media goleadora de Pedja en el Valencia fue superior a la de Davor en el Sevilla. Por lo tanto, el montenegrino tenía tanta capacidad de golear como el croata, aunque le gustara participar más en el juego lejos de la portería. Y luego, tener en cuenta que Suker fue muchas más veces sustituido y sustituto (por Morientes) que Mijatovic, con lo cual la diferencia en la media de goles por minuto debe ser incluso mayor a favor del croata.
Muchas veces se dice de muchas comparaciones que son “injustas” por diversos motivos. En esta ocasión, estamos comparando a dos jugadores prácticamente de la misma edad y procedencia, que llegaron casi al mismo tiempo a nuestro país, a sendos equipos ‘aspirantes’, que venían de ser referencias goleadoras de los mismos y que ficharon juntos por un club grande. Creo que pocas comparaciones más “justas” se pueden hacer.

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