Vicenzo Daniele Scifo

¿Os acordáis cuando la Serie A era un espectáculo? Allí jugaban los mejores jugadores del planeta, y sin la aplicación de la sentencia Bosman, casi todos los equipos tenían un futbolista de talla mundial. Tardes de Canal + ofreciéndonos los partidazos de la liga italiana, increíbles viciadas al PC Calcio, álbumes de cromos, en los 80 y los 90 el planeta fútbol miraba a Italia y sus estrellas.

Esta tarde hay un Inter-Torino y Enzo Scifo no se lo quiere perder, pues ambos fueron los dos equipos italianos de este crack belga, que estuvo muchos años dándole patadas al balón. 

Con 17 años debutó en la primera división belga con el Anderlecht, donde empezó a despuntar con su visión de juego, clase, técnica y llegada hasta convertirse en uno de los futbolistas más prometedores de los 80. En 1987 fichó por un equipo de la liga italiana donde jugaban los mejores del mundo, enfundándose la camiseta de Misura del Inter de Milan, aunque su paso por el Inter fue discreto. Se fue a Francia, al Girondins y al Auxerre, donde volvió a reencontrarse con el gran futbolista que tan bien conducía el juego de la selección de Bélgica. En 1991 volvió al Calcio para ser el líder de un Torino que rozó la gloria europea junto a hombres como Casagrande y Martín Vázquez. 
Todavía daría clases magistrales de juego en el Mónaco y en su vuelta a Bélgica, primero en Anderlecht y después en Charleroi donde colgaría las botas con ya 35 años.

Scifo, un nombre que resonaba en los mejores años del calcio, y en las grandes citas mundialistas, uno de los mejores futbolistas que ha dado Bélgica, puro talento.

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