Vítor Manuel Martins Baía

Un Barcelona-Dynamo de Kiev de 1993 significó una de las mayores exhibiciones del Barcelona de Johan Cruyff (el Dream Team), pero también supuso una visita del cuadro ucraniano al Camp Nou una de las noches más tristes de la historia de Barça en competición europea. Fue años después, en 1997, cuando el proyecto de Aloysius Paulus Maria Van Gaal tampoco zurulaba. Fue la noche más triste, también, en la carera de un gran portero portugués, Vítor Baía.

El Barça, entrenado por Bobby Robson, le había fichado para la temporada 96-97, y Vítor Baía llegó a la ciudad condal no solo con la confianza del técnico inglés, si no también en plan estrella, como uno de los mejores porteros del momento y con aquella equipación que le hizo Kappa en la que lucía su nombre en las mangas. Llegaba procedente del Porto, donde jugó desde 1988 hasta su fichaje por el Barça en aquel verano de 1996. En Barcelona mostró sus cualidades, grandes reflejos y mucha elasticidad, pero también se mostró excesivamente nervioso en muchas ocasiones, como en aquella remontada al Atlético en la que no pudo contener sus lágrimas. Esa inseguridad intermitente, alguna lesión importante y la competencia con el holandés Ruud Hesp, le fueron relegando al banquillo con la llegada de Louis Van Gaal, y salió del Camp Nou con más pena que gloria en 1999.

Volvió entonces al Porto, y volvió a mostrar su mejor versión, convirtiéndose en pieza clave en la conquista de títulos para los dragones y hasta logró la Copa de Europa en el año 2004, cuando fue nombrado mejor portero de Europa. Se retiró en 2007 como una auténtica leyenda bajo palos.

Vítor Baía cromo Ediciones Este Barça