Es martes pero hay Liga, validen sus onces del Comunio, Fantasy o Biwenger y disfruten del espectácuo de esta Liga moderna cuyos partidos se hacen interminables. De largo, debe ser esta la liga europea con más parones y donde más tiempo se pierde. El fútbol interminable. Hoy se juega un Levante-Celta y queremos recordar a un tal Vladimir Manchev, delantero búlgaro con instinto de delantero búlgaro y que jugó para ambos equipos no hace tanto.
A finales de los 90, Vladimir Manchev lo petaba en el CSKA de Sofía y con cerca de los 20 goles por temporada alguno ya lo compararía con los grandes delanteros búlgaros de la época como Stoichkov o Penev. Tras sobresalir en el fútbol búlgaro, Manchev fichó por el Lille francés en 2002, donde siguió marcando goles. En 2004 fichó por el Levante y tuvo un muy buen comienzo de Liga, anotando 6 goles en las primeras jornadas aunque tanto él como el resto del equipo bajaron e rendimiento en la segunda vuelta y consumaron el descenso. Siguió en el club granota y ayudó con sus goles al ascenso de categoría aunque ficharía en 2006 por el Real Valladolid, teniendo la difícil papeleta de sustituir a Joseba Llorente pero anotando goles decisivos para el ascenso pucelano. De nuevo se quedó en Segunda, ya que el delantero búlgaro recibió la llamada de su ídolo Hristo Stoichkov para convertirse en el delantero del Celta de Vigo. Sin embargo, Manchev no tuvo un buen rendimiento y con la salida de Hristo del club gallego prácticamente no tuvo oportunidades. Volvió a Pucela, donde no olvidaban sus goles, aunque al poco tiempo puso rumbo a su país, donde se retiraría definitivamente en el Lokomotiv de Sofía en 2010.
Un ariete búlgaro con mucho veneno en sus botas, pero que tuvo un rendimiento demasiado intermitente. Tenía cosas Manchev.
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