Recordamos a un futbolista de mucho talento y poca fortuna. Xabier Eskurza fue un centrocampista surgido de la cantera del Athletic Club, con buena llegada, elegancia y con una capacidad para centrar balones que cautivó, nada más y nada menos, a Johan Cruyff. Tras la debacle de Atenas de 1994, y el fin del ciclo del Dream Team, se negoció el trueque de los futbolistas Goico-Eskurza, recalando Eskurza en el Barcelona después de una larga negociación, y siendo el de Eskurza un culebrón veraniego de esos que se han vuelto a poner de moda en los últimos veranos. És más, el trueque se realizó ante las cámaras de televisión, en la puerta del Hotel Sheraton de Bruselas, con ambos futbolistas intercambiándose las camisetas.
Parecía un buen fichaje Eskurza para el nuevo proyecto de Cruyff. Sin embargo, una lesión en la primera jornada de Liga sumada a una mala temporada del conjunto azulgrana, no le permitieron triunfar en Can Barça. Fichó entonces por el Valencia de Luis Aragonés, después estuvo en aquel gran Mallorca de Cúper y finalmente se retiraría muy joven en el Real Oviedo, debido a una artrosis en la cadera.
Tras colgar las botas, montó una empresa de asesoramiento a futbolistas. Hace unos años declaraba “se ha gestionado muy mal la administración de los clubes, haciendo locuras con el dinero”. El vasco añade que “habría que ayudar más a los clubes humildes y repartir mejor los recursos generados por el fútbol, que son muchos”.
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