El 10 de julio de 1994, la selección de Bulgaria realizó la machada de eliminar del mundial de Estados Unidos a la poderosa Alemania unificada en los cuartos de final.
Una selección de futbolistas sin complejos (menos su portero Nikolay Mihaylov, que jugaba con peluca) que según dicen se lo pasaban pipa en el hotel de concentración, jugando a cartas mientras bebían birras e intercambiaban cigarrillos cuál piratas relajándose antes de abordar la próxima nave.
Buenos elementos en aquella inolvidable selección búlgara, como Yordan Letchkov que fue una de las mejores calvas que se recuerdan en el fútbol noventero. Su exquisito trato del balón dejó huella en el mundial de USA 94 y en equipos como Hamburgo, Marsella o Besiktas, antes ya lo había petado en el en CSKA de Sofía y en el equipo de su amada ciudad, donde se retiró en 2004.
Después de su carrera como futbolista se vinculó al mundo de la política. Fue alcalde de su ciudad natal, Silven, entre 2003 y 2011. En 2013 lo condenaron a prisión por abuso de poder y malversación. Yordan, conocido por su gran carácter, añadió rotondas para que las carreteras fuesen a parar a un complejo hotelero dirigido por su hermana. Los contratos iban a empresas dirigidas por sus amigos de la infancia, infló los precios de la obra pública e insultó públicamente a la oposición de manera continuada, además de realizar algún que otro trapicheo.
Yordan Letchkov, un talento como futbolista que aquel 10 de julio de 1994 contribuyó a eliminar a la vigente campeona Alemania, y un alcalde a la “española” que se metió en bastantes líos por aquello de que el poder corrompe. Un piratilla más, que finalmente pese a la condena, no pisó la cárcel y ocupó un carguillo en la federación búlgara para seguir a lo suyo.

Debe estar conectado para enviar un comentario.