Nacido en Lyon, debutó en el Grenoble Foot 38, de donde pasó al Strasbourg para realizar todo un temporadón en la 89/90 con apenas 21 añitos. El Mónaco se hizo con sus servicios y allí fue madurando hasta convertirse en un jugador de talla mundial. En 1995 fichó por el PSG, donde jugaría un año, suficiente para conseguir un ansiado título europeo, la extinta Recopa. En el recuerdo los partidazos que jugó en semifinales contra el Deportivo de la Coruña.

“La serpiente” tenía gran habilidad para colarse entre los defensas con su gran manejo del cuero. Además de la Recopa del 96, fue campeón la UEFA con el Inter, y conquistó la Copa del Mundo en el 98 y la Eurocopa del 2000 con la selección francesa. Con Zinedine Zidane se entendía a las mil maravillas, y juntos hicieron partidos de auténtico escándalo. Todos los artistas tienen una gran obra, y en el Inter Djorkaeff dejó para la eternidad un golazo de remate acrobático ante la Roma. También jugó en Alemania con el Kaiserslautern, y en Inglaterra con Bolton y Blackburn. Finalmente puso fin a su carrera en EEUU. 

Su padre fue futbolista también, Jean Djorkaeff, francés de origen mongol. Corría mucho fútbol por las botas de Youri, a ver si un día ficha por el Valencia. Futbolista mágico, que siempre salía igual en los cromos.